Yuki-onna


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Yuki-onna es un espíritu femenino o yōkai (criatura sobrenatural) encontrado en el folclore japonés. Es representada como una mujer alta, hermosa, de largos cabellos, que se manifiesta en una noche nevada. Su piel es pálida o aún transparente o incluso de color morado. Su color hace que se la confunda en paisajes nevados. A veces usa un kimono blanco, pero otras leyendas dicen que aparece desnuda recostada en la nieve. A pesar de su belleza inhumana, sus ojos pueden causar terror en los mortales. Yuki-onna flota a través de la nieve, sin dejar huella (de hecho, algunos cuentos dicen que no tiene pies, una característica notable para muchos fantasmas japoneses), y se puede transformar en una nube de niebla o nieve si se siente amenazada. Se cree que esta bella y mortal mujer habita en las montañas nevadas y se alimenta de la energía de los humanos que tienen la mala suerte de perderse en sus dominios.

En muchas historias, Yuki-onna se revela a los viajeros que se encuentran atrapados en tempestades de nieve y utiliza su respiración helada para dejarlos como cadáveres en forma de estatua de hielo. Otras leyendas dicen que los extravía de modo que mueren debido a la exposición al frío. Otras veces, se manifiesta sosteniendo a un niño. Cuando una persona bien intencionada toma en sus brazos el niño que lleva, esa persona se congela en el lugar. Los padres que buscan a sus hijos son susceptibles a esta táctica. Otras leyendas hacen a Yuki-onna mucho más agresiva. En estas historias, invade a menudo físicamente los hogares de la gente, soplando en la puerta con una ráfaga de viento, para matarles mientras duermen (aunque algunas leyendas cuentan que primero la tienen que invitar a entrar en la casa). Yuki-onna varía de cuento a cuento. A veces simplemente le satisface observar la muerte de sus víctimas. Otras veces, es más vampírica y chupa la sangre de sus víctimas o la «fuerza de la vida». De vez en cuando adopta la forma de un Súcubo, cazando hombres de creencias débiles para drenarlos o congelarlos a través de cópula sexual o un beso. Sin embargo, como la nieve y el tiempo del invierno que ella representa, Yuki-onna tiene un lado más suave. A veces deja a las víctimas marcharse por varias razones.

Yuki-onna la piadosa
 En una leyenda popular se describe que dos artesanos de la madera —Mosaku, un hombre mayor; y Minokichi, un jovencito— regresaban a su casa cuando quedaron atrapados por una fuerte tormenta de nieve. Afortunadamente, fueron capaces de hallar refugio en una cabaña cercana al río. Una vez dentro, ya muy cansados del arduo día, los hombres no tardaron en quedarse dormidos; empero, Minokichi despertó al poco tiempo debido a una gélida ráfaga que abrió la puerta y le golpeó de lleno. Entonces pudo ver la silueta de una mujer vestida completamente de blanco que se acercó a su compañero, soplando sobre su rostro y dejándolo desprovisto de todo aliento de vida. Crédito: cathydelanssay.deviantart.com Yuki-onna se da cuenta de la presencia del muchacho, pero al verlo tan joven y apuesto decide tener piedad y perdonarle la vida con la sola condición que jamás revele a nadie lo ocurrido aquella noche; porque de hacerlo, ella lo sabría y regresaría para matarlo. Minokichi, desde luego, accedió al trato. Un año después, Minokichi se casó felizmente con una jovencita llamada O-yuki (que significa ‘nieve’) y tuvieron descendencia. Al poco tiempo, y en la confianza del matrimonio, Minokichi no pudo evitar contarle a su esposa sobre el día que vio a aquel ser sobrenatural. Para su sorpresa, O-yuki reveló ser la mismísima Yuki-onna y le echó en cara el haber roto su promesa de mantener el encuentro en secreto. No obstante, ella decidió perdonarle la vida nuevamente para que cuidara de sus hijos pues, sintiéndose traicionada, la «mujer de la nieve» se marcharía, abandonando a su esposo mortal para siempre.
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